La portada es el único resto que se conserva del antiguo monasterio
jerónimo de Santa Engracia, fundado por Juan II y concluido por sus
sucesores. El monasterio fue un lugar simbólico de la ciudad ya que
señalaba el lugar donde se conservaban los sepulcros con los restos de
Santa Engracia y de los Innumerables Mártires Cristianos perseguidos por
Daciano.
Durante los Sitios, la iglesia, el claustro y las dependencias
monásticas se vieron muy afectados y en 1836 los restos del monasterio
fueron demolidos por decisión municipal.